viernes, 13 de diciembre de 2013

Enrique Rodó a Joaquín de Salterain

Los que tenemos la desdicha de no ser clericales, ni jacobinos, ni proletarios, ni patronos, sino francotiradores de una causa que tiene pocos adeptos en nuestro país... y en el mundo: la causa de pensar por sí mismo, sin odios, sin prejuicios, ni abdicaciones del criterio personal en aras de una pasión sectaria, ¿dónde hemos de clasificarnos? ¿Dónde está nuestro puesto, nuestra butaca en las fiestas? Viendo pasar, con igual indiferencia, las puebladas de media calle, donde tirios y troyanos revelan que se diferencian mucho menos de lo que ellos creen, tenemos que elegir nuestro puesto en el rincón donde nos rodeamos de nuestros más fieles correligionarios: ¡Los libros!.

"Correspondencia", Obras Completas, pág 1.334.

(S)